Tomar conciencia del riesgo del día a día es un paso indispensable para poder tomar previsiones.
Al fin y al cabo, si uno no es consciente de estos peligros, ¿cómo podría evitarlos?
Cuando tomamos conciencia de los riesgos presentes en nuestra vida, podemos incorporarlos a ella. Pero lejos de hacer que nos paralizamos, lo que buscamos es poder prevenirlos. Claro, no es cuestión de dejar de hacer nuestras actividades, o empezar a evitar cualquier contacto con el mundo exterior. La clave es poder asumir que el riesgo existe para incorporar en nuestra vida pequeñas acciones que creen alto impacto en su prevención.
Por ejemplo, si conducimos, debemos tener conciencia de que un accidente de tránsito es un riesgo que existe en nuestras vidas. Ahora, si manejar es una fuente de facilidades a la hora de vivir plenamente, no es cuestión de evitar montarnos en un auto. La clave sería conducir con precaución, seguir las leyes de tránsito – que existen para protegernos -, y contratar un seguro de auto, que nos ampare en caso de haber un accidente.
Abel Saraiba, @abelsaraiba, nos cuenta:
La conciencia del riesgo puede ser una gran herramienta para poder identificar esas cosas que nos importan y poder seguir acciones concretas que nos ayuden a cuidarlas.
Por eso, lejos de preocuparnos por este conocimiento, lo que nos ayudará es utilizarlo para nuestro beneficio y el de las personas que nos rodean.