En esta entrada, nuestro psicólogo experto, Abel Saraiba, nos habla de la autocompasión y de la importancia de cuidar diferentes áreas de nuestro propio bienestar.
Ve el video aquí:
La autocompasión en nuestras vidas
En definitiva, cuidarnos y reconocer nuestros propios límites es clave para poder practicar la autocompasión día a día.
Si no damos cabida a esos límites que nos protegen, ¿cómo podemos pedir a los otros que los respeten?
Límites sanos
Establecer límites sanos es clave para validar y priorizar nuestras necesidades, deseos y valores. Cuando procuramos darle espacio a esos límites, nos reconocemos y fortalecemos nuestra autoestima, pues establecemos el precedente de cómo aceptamos ser tratados y qué permitimos en nuestras vidas.
Además, establecer estos límites, nos ayuda a cuidar nuestra salud mental y emocional, pues nos protege de situaciones de agotamiento, estrés excesivo y ansiedad.
Cuando ponemos límites sanos, cuidamos nuestras relaciones interpersonales, al cuidar cómo somos tratados, establecer una dinámica de respeto y fomentar que los demás establezcan sus propios límites. Y no solo eso, cuando establecemos estos límites, nos cuidamos y aprendemos de nosotros mismos, fomentando una relación sana con nosotros mismos.
Bienestar físico
Cuidar nuestra salud física es esencial para nuestro bienestar mental y emocional. El cuerpo es donde residen nuestras emociones. Si el cuerpo no está en balance, será más difícil que las emociones y la mente estén también en balance.
Las relaciones
Cultivar relaciones interpersonales sanas y cuidar de quiénes no rodeamos ayuda en nuestro crecimiento y nuestra motivación en momentos difíciles. En ocasiones, son nuestros amigos y nuestra familia quienes nos brindan el apoyo que necesitamos para superar los obstáculos que se nos presentan.
La gratitud
La gratitud es clave para lograr el bienestar mental y emocional. Cuando cultivamos un estado de gratitud, estamos reconociendo los momentos y quiénes han sido significativos en nuestra vida. De esta manera, apreciamos más esas vivencias y podemos afrontar de manera más positiva los momentos difíciles.
En definitiva, establecer unas prácticas positivas en nuestras vidas nos ayuda a poner en práctica la autocompasión, cuidando nuestras relaciones, nuestra salud física y nuestro bienestar emocional.